jueves, 12 de noviembre de 2009
La agricultura en el siglo XIX
Esta comienza para Chile con la desaparición del régimen monopolista comercial y económico español, para entrar en una etapa de caos (Sepúlveda), en donde la agricultura que se había afianzado durante la colonia, perdió su ritmo, por algo llamado el siglo del trigo. Durante principios de siglo se evitaba sembrar, por la acción de grupos que saqueaban las haciendas lo cual producía temor entre las familias de los hacendados. Además el Estado tampoco había logrado una estructura adecuada para la recaudación y administración de finanzas públicas.
Cuando se inicia
Ya la agricultura librada de temores, comenzó a producir a un ritmo mas fuerte, con lo cual pudo alimentar al país y exportar hacia el mercado peruano quien se veía saturado en ocasiones con el trigo chileno, por su escasa capacidad de pago y su reducido tamaño. Hasta 1860 California y Australia que vivían la fiebre aurífera constituían los mejores mercados para el producto nacional.
La innovación llego a los campos chilenos de manos del capital, donde se construyeron canales de regadío, se introdujeron las maquinarias y se dio inicio a las nuevas actividades en el campo como la apicultura, el cultivo de arroz, etc. Con todo aquello la producción aumentó y se estaba en búsqueda de nuevos mercados para la comercialización.
El Estado cubría con los ingresos todos los gastos, no existía la inflación y el peso chileno se consideraba una moneda dura. En la época se vivió una fiebre por invertir en el campo, manifestándose en la cantidad de inmigrantes extranjeros, principalmente europeos, quienes colonizaron las tierras al sur del Bíobío, donde inicialmente se establecieron los alemanes traídos por los gobiernos chilenos, quienes trajeron mas tarde a otros chilenos de diferentes partes del país. Los mapuche fueron obligados a retroceder, ya sea por medio de compras ilícitas por parte de los colonizadores, o por engaños. Por lo demás tenemos que mencionar que contaban con la protección de la fuerza policial estatal. De esta forma el Estado avanzó en la frontera hasta el río Malleco, y más tarde hacia el Toltén en
En estos años la hacienda chilena logra ampliar su producción con nuevos capitales, y consiguen exportar a nuevos mercados, llegando así al mercado inglés con trigo y cebada. Este importante crecimiento se dio gracias a las favorables condiciones mundiales que permitían buenos precios en los productos y junto con ello la implementación de nueva tecnología traducido en mejorar a los embarques y ferrocarriles.
El modelo de crecimiento hacia afuera
En el siglo XIX se mantiene un modelo colonial de crecimiento hacia afuera, basado en la exportación de materias primas. La diferencia con la colonia es que las exportaciones e importaciones se hacen con Europa. Fue un modelo exitoso y prosperó grandiosamente, debido a factores internos y externos, los cuales funcionaron simultáneamente hasta 1880.
Ø Factores externos:
- Una creciente demanda de productos chilenos en mercados externos.
- Altos precios de estos productos.
Ø Factores internos:
- La capacidad de producción. El país pudo responder a la demanda, pero hubo un problema, sólo se aumentó la producción ero no se renovó.
- La estabilidad política favoreció el crecimiento económico. Aunque los beneficios no llegaron a todos los sectores.
- Las migraciones e inversiones extranjeras. En mayor medida ingleses, los cuales actuaron con habilidad y agilidad; así Inglaterra tomó el control de la economía chilena.
El poder político estaba en manos de los agricultores y no en la minería, como se podría pensar. Esto porque la agricultura era el pilar fundamental, además que eran de ideología conservadora. Los agricultores del siglo XIX controlaron el poder económico, político y social. Por lo tanto la tierra era vista con muy buenos ojos.
Los inversionistas en minería, como los Subercaseaux, formaron riquezas con la minería, pero establecieron prestigio sólo con la agricultura.
Las grandes debilidades del sistema fueron:
- La dependencia de factores incontrolables desde la economía nacional. Las leyes de la economía no dependía de nosotros. Así, se produjo la crisis de 1857 y la de 1875.
- Generó una clase dirigente parasitaria de los impuestos de las exportaciones. Los impuestos aduaneros eran tremendamente altos, esto trae como consecuencia que la clase dirigente no se comprometiera con el futuro del país, ni tampoco pagase impuestos.
- Impidió valorar el mercado interior, lo que derivó en una insensibilidad social.
- No fue capaz de incorporar tecnologías.
Si se presta atención a la coyuntura se pueden apreciar tres momentos críticos:
- En 1857, donde el sistema exportador entra en crisis, la oligarquía lo resuelve con la ocupación de
- En 1875, hay otra crisis que se remedia con
- En 1891, lo que trae el desplome definitivo del sistema.
Esta crisis es gatillada por un proceso de larga duración, por lo que es una crisis de modelo, se termina el modelo de crecimiento hacia fuera; surge el modelo ISI, de crecimiento hacia adentro, el cual durará hasta 1973. Aquí (1891) se cierra un largo ciclo histórico que había comenzado en el siglo XVII. Fue el propio modelo que selló su suerte. En el siglo XIX el modelo llegó a su cúspide de rápidamente declino a su ruina.
La crisis de 1857
La economía chilena operó exitosamente hasta la primera mitad del siglo XIX; en donde se había conformado el Estado y la nación. La primera crisis del modelo fue en 1857, esta dificultad demuestra las debilidades del modelo. Además nos permite considerar las formas como en Chile hemos enfrentado los problemas económicos. Ya que se ocupa misma fórmula para salir tanto de la crisis de 1857 como en 1875.
¿Por qué se produjo la crisis del ’57? Encina dice que tuvo su origen en una crisis europea (1847-48). Esto demuestra que la velocidad de los efectos en esta época no se manifiestan a una velocidad como la actual. Esta crisis bajó el ritmo de la demanda, afectando las exportaciones. Otro factor muy gravitante es la caída de los mercados de California y Australia. Estos mercados prácticamente desaparecen en 1857. Pero no sólo caen las exportaciones, sino también los precios. Junto con la caída de la agricultura se cierran las minas de plata de Copiapó porque se agotaron, con esto se acaba el primer ciclo de la plata; así disminuyeron en gran medida las exportaciones. Para agravar esto, fue un año extremadamente seco y por ende de muy malas cosechas.
Se produjo un intenso debate con dos corrientes de opinión: a) Que era una crisis coyuntural, fenómenos temporales que la misma economía la haría resurgir con la aparición de nuevos mercados. No se ponía en tela de juicio el modelo. b) Otros economistas afirmaron que la crisis era algo más profundo. Vieron factores vinculados a la agricultura y a la minería chilena. La agricultura generó una especulación, en los momentos del boom económico provocó una sobrevaloración de la propiedad agraria y subió artificialmente su valor y el dueño de fundo comenzó a importar sin reparar en gastos; no tenía la plata para pagar porque era un valor nominal y recurrió a los bancos. Cuando cae la agricultura no pueden pagar los préstamos y los bancos comienzan a expropiar y rematar las propiedades. La solución fue las exportaciones de plata y oro sellados. El Estado vende los ahorros y se va quedando sin respaldo; esta fue la peor solución porque se exportó la reserva.
Se plantea por primera vez cambiar el modelo e iniciar un proceso de reconversión económica, e instaurar un mercado para darle seguridad al modelo. A esto se impusieron los que creían que era algo coyuntural (conservadores) y ellos ganaron el debate. Entonces había que solucionarlo con un fenómeno coyuntural. Se necesitaban más tierras, las que se encontraban en el sur del Biobío. Así comenzaron los debates de ocupación de
La economía hacia el fin del siglo (1880 – 1900)
El auge del salitre (1880 - 1930).
Crisis del Desarrollo hacia afuera en Chile, a partir de 1860
Por el contrario, la historiografía de izquierda, que miró el problema solo después de 1950, acusó al imperialismo inglés, quien habría expropiado los excedentes generados por el sector exportador, impidiendo así que fueran invertidos en el desarrollo de la producción.
Por su parte los mercaderes y banqueros del siglo XIX que perdieron el monopolio del crédito tras la crisis de la economía colonial, los “oreros”, culparon a los bancos de emisión, a la ley de Bancos que los creó en 1860, a los gobiernos liberales que ampararon todo eso y a los terratenientes que controlaban esos bancos y se coludían con las autoridades públicas.
Los miembros de la sociedad de Fomento Fabril, perteneciente al grupo de los “papeleros”, creían que la abundancia de crédito era beneficioso para los productores, y creían que el error de los liberales consistía en no aplicar una política de protección a la industria nacional incipiente.